La hidratación se puso de moda y desató una nueva y aparente sana adicción: La potomia.
¿Vives pegada a tu cilindro de agua? Cierra la botella por unos minutos. Beber de cuatro a siete litros al día (o más), podría estar relacionado con un nuevo transtorno psiquiátrico llamado potomía, según “potomania: the link between habits and mood” publicada en el Jounal of Psychosomatic Research, el padecimiento se caracteriza por el deseo de beber grandes cantidades de líquido, principalmente agua, todo el tiempo, de manera impulsiva y acompañado de sensación placentera.
Lo que el agua se llevó
El concepto de hidratación que impulsan algunas compañías podría traerte problemas que van desde cefáleas, hasta visión borrosa, calambres (principalmente en manos), convulciones, alteraciones en la función de los riñones, en el equilibrio de fluidos o la muerte, esto es por la pérdida total y persistente de electrolitos y micronutrimentos vitales como los minerales y en especial magnecio y sodio. Si te identificas con estos síntomas, acude a un endocrinólogo.
Líquido para la vida
Beber agua en cantidades razonables y adecuadas a tu peso y necesidades nutrimentales, es fundamental para el buen desempeño del organismo. Una forma de conocer la cantridad de líquido que requieres consiste en aplicar la regla de un milímetro de agua por cada caloría que ingieres.
No ingieras agua de más pero tampoco te deshidrates, toma en cuenta que este vital líquido permite la digestión y la absorción de nutrimentos, es el medio de transporte de hormonas y metabolitos, ademas de que permite una adecuada distribución del calor corporal.
Repónte de las pérdidas.
Durante el día pierdes agua por distintas vías. Una persona que realiza ejercicio y tiene un buen nivel de hidratación, llega a eliminar hasta 1.8 litros de agua. De hecho se calcula que se pierden mil mililitros de agua a través de la orina, 320 mililitros por la respiración y 530 ml por la piel y 650ml por heces fecales. Aunque dichas cantidades varían según el tamaño corporal, la intensidad de ejercicio que se realice, la temperatura y humendad . Con dichas pérdidas también salen los electrolítos (sodio, potasio, magnesio, cloro) que se recuperan con la alimentación diaria, la ingesta de agua y bebidas isotónicas comerciales.
Sin embargo cuando aparecen algunos sintomas como confusión mental, debilidad general o calambres, quizá sea necesario el ver más tu consumo de agua, de preferencia con electrolitos, para reponerte de inmediato. Como podrás darte cuenta, lo ideal es el balance diario en tu consumo del líquido vital. El reto es mantenerte bien hidratad@ para contibuir con tu salud integral.
¿Vives pegada a tu cilindro de agua? Cierra la botella por unos minutos. Beber de cuatro a siete litros al día (o más), podría estar relacionado con un nuevo transtorno psiquiátrico llamado potomía, según “potomania: the link between habits and mood” publicada en el Jounal of Psychosomatic Research, el padecimiento se caracteriza por el deseo de beber grandes cantidades de líquido, principalmente agua, todo el tiempo, de manera impulsiva y acompañado de sensación placentera.
Lo que el agua se llevó
El concepto de hidratación que impulsan algunas compañías podría traerte problemas que van desde cefáleas, hasta visión borrosa, calambres (principalmente en manos), convulciones, alteraciones en la función de los riñones, en el equilibrio de fluidos o la muerte, esto es por la pérdida total y persistente de electrolitos y micronutrimentos vitales como los minerales y en especial magnecio y sodio. Si te identificas con estos síntomas, acude a un endocrinólogo.
Líquido para la vida
Beber agua en cantidades razonables y adecuadas a tu peso y necesidades nutrimentales, es fundamental para el buen desempeño del organismo. Una forma de conocer la cantridad de líquido que requieres consiste en aplicar la regla de un milímetro de agua por cada caloría que ingieres.
No ingieras agua de más pero tampoco te deshidrates, toma en cuenta que este vital líquido permite la digestión y la absorción de nutrimentos, es el medio de transporte de hormonas y metabolitos, ademas de que permite una adecuada distribución del calor corporal.
Repónte de las pérdidas.
Durante el día pierdes agua por distintas vías. Una persona que realiza ejercicio y tiene un buen nivel de hidratación, llega a eliminar hasta 1.8 litros de agua. De hecho se calcula que se pierden mil mililitros de agua a través de la orina, 320 mililitros por la respiración y 530 ml por la piel y 650ml por heces fecales. Aunque dichas cantidades varían según el tamaño corporal, la intensidad de ejercicio que se realice, la temperatura y humendad . Con dichas pérdidas también salen los electrolítos (sodio, potasio, magnesio, cloro) que se recuperan con la alimentación diaria, la ingesta de agua y bebidas isotónicas comerciales.
Sin embargo cuando aparecen algunos sintomas como confusión mental, debilidad general o calambres, quizá sea necesario el ver más tu consumo de agua, de preferencia con electrolitos, para reponerte de inmediato. Como podrás darte cuenta, lo ideal es el balance diario en tu consumo del líquido vital. El reto es mantenerte bien hidratad@ para contibuir con tu salud integral.
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