NO TE RINDAS
NUNCA, NADIE, JAMÁS TE AMARÁ COMO DIOS TE AMA
Cuando las cosas vayan mal, como a veces pasa,
cuando el camino se ponga cuesta arriba,
cuando tus recursos mengüen y las deudas suban,
cuando al querer sonreír, debas ahogar las lagrimas,
cuando tus preocupaciones te tengan agobiado,
descansa, si te urge, pero no te rindas.
La vida es rara con sus idas y venidas,
donde las contradicciones son el pan de cada día,
y si el fracaso, entonces, llama a tu puerta
y te invita a mirar hacia atrás, no le des entrada,
lucha, mira hacia delante, no te rindas.
El triunfo puede estar a la vuelta de la esquina
El triunfo es el fracaso al revés;
es el matiz plateado de esa nube incierta
que no te deja ver su cercanía...
aunque lo tengas ya al alcance de la mano.
Por eso, ¡decídete a luchar sin treguas,
porque, en verdad, cuando todo empeora,
el que es valiente, no se rinde, lucha!
BESOS, ABRAZOS Y CARICIAS DE JESUCRISTO PARA TI
TU FIEL AMIGO EL ESPÍRITU SANTO
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